Luminoso, acogedor, funcional y estéticamente limpio: así es el estilo nórdico, uno de los más populares y versátiles del diseño de interiores actual. Se trata de una forma inteligente de entender los espacios, priorizando la sencillez, la calidez y el bienestar. Si estás pensando en renovar la decoración de tu vivienda y no sabes por dónde empezar, el estilo escandinavo es una magnífica opción. Te contamos cómo aplicarlo paso a paso para transformar cualquier espacio en un lugar más agradable, armonioso y con mucha personalidad.
¿Qué es el estilo nórdico y de dónde viene?
El estilo nórdico nace en los países del norte de Europa a principios del siglo XX. Su auge vino de la mano del diseño escandinavo en los años 50, con figuras como Arne Jacobsen o Alvar Aalto, que apostaban por una estética sencilla, funcional y muy conectada con la naturaleza.
En regiones con largos inviernos y escasa luz solar, el hogar se convierte en un refugio. Por eso, la decoración nórdica busca crear espacios luminosos, cálidos y confortables, en los que todo tiene un propósito y nada sobra. Existen varios principios básicos en este estilo.
- Minimalismo práctico: nada recargado ni puramente decorativo.
- Materiales naturales: madera, algodón, lino, lana.
- Colores neutros: para ganar luz y sensación de espacio.
- Funcionalidad por encima de todo: belleza sí, pero siempre útil.
El resultado son viviendas con una atmósfera relajada, ordenada y muy atractiva para quienes buscan un lugar cómodo, sereno y profesional.
Paleta de colores: cómo elegir los tonos adecuados
Uno de los primeros pasos para crear una vivienda con estilo nórdico es elegir bien la paleta de colores. Menos es más. El blanco es el gran protagonista, utilizado en paredes, techos e incluso mobiliario, ya que tiene la capacidad de reflejar la luz y dar sensación de amplitud incluso en los espacios más reducidos.
A este fondo blanco se le suelen sumar tonos neutros como el gris claro, el beige o el topo, que aportan una calidez muy necesaria y ayudan a suavizar el conjunto. Estos colores se aplican en sofás, alfombras, cojines o cortinas, creando un entorno armónico que invita al descanso. Para añadir un punto de contraste y profundidad visual, el negro o el gris antracita se utilizan de forma puntual en marcos, lámparas o pequeños muebles.
El estilo nórdico también admite pinceladas de color, pero siempre en tonos apagados y naturales, como el verde salvia, el azul empolvado o el rosa viejo. Estos se suelen incorporar a través de elementos textiles o pequeños accesorios, añadiendo personalidad sin romper con la serenidad general del espacio.
Muebles nórdicos y materiales típicos de este estilo
En cuanto al mobiliario, el estilo escandinavo apuesta por piezas de líneas rectas, con formas simples y sin ornamentos innecesarios. Los muebles nórdicos son funcionales y ligeros visualmente, lo que ayuda a no recargar el ambiente. La idea es que cada elemento tenga un propósito claro, sin excesos.
La madera clara es la gran aliada de este estilo. El abedul, el pino o el roble sin tratar aportan calidez y conectan el interior con la naturaleza, algo esencial en la estética escandinava. Un sofá en tono gris claro o beige, con patas de madera vistas, una mesa de comedor minimalista de roble y estanterías abiertas en blanco o madera natural son ejemplos de piezas muy representativas.
Además, los materiales naturales están siempre presentes: lino, algodón, lana y fibras como el ratán o el yute no solo son sostenibles, sino que aportan textura y confort. Si piensas en tus inquilinos, especialmente los que viajan por trabajo, es fundamental ofrecer espacios cómodos, ordenados y con soluciones inteligentes para el almacenamiento. Un escritorio sencillo pero funcional y una buena silla ergonómica también son elementos clave para quien necesita trabajar desde casa.
Iluminación: el alma del diseño escandinavo
La iluminación en el estilo nórdico es mucho más que una necesidad funcional: es una herramienta clave para transformar cualquier ambiente. Dado que la luz natural es limitada en los países escandinavos, se busca maximizarla durante el día y crear atmósferas cálidas por la noche. Es importante respetar varias reglas de oro.
- Luz natural al máximo, con cortinas finas, en blanco o tonos crema, que dejen pasar la luz sin perder privacidad.
- Luz cálida artificial, con bombillas cálidas que inviten al relax.
- Varias fuentes de luz como lámparas de pie, sobremesa, colgantes y apliques, en lugar de depender de un solo plafón central.
- Diseño nórdico en luminarias, es decir, busca lámparas con formas geométricas simples, en blanco, negro o cobre mate.
- Coloca luces indirectas, como una tira LED detrás del cabecero de la cama o bajo los muebles altos de la cocina, para dar un ambiente acogedor sin deslumbrar.
Accesorios y textiles que no pueden faltar
Una decoración nórdica no está completa sin los complementos adecuados. Aquí es donde entran los textiles y accesorios, que dan calidez, personalidad y textura al espacio. Existen varios textiles que se adaptan muy bien a este estilo:
- Alfombras de fibras naturales, como lana, yute o algodón.
- Cojines en tonos neutros o pastel, con diferentes texturas (lana, punto grueso, lino).
- Mantas y plaids a los pies del sofá o la cama, preferiblemente de tejidos suaves.
- Cortinas ligeras y vaporosas, en blanco roto o beige.
Junto a ellos, los complementos dotan al estilo nórdico de la personalidad que buscamos.
- Plantas naturales o artificiales para añadir vida (ficus, potos, cactus, sansevieria).
- Cuadros minimalistas o fotografías en blanco y negro.
- Velas y portavelas, ideales para crear ambiente por la noche.
- Espejos redondos o de marco fino, perfectos para ampliar visualmente espacios pequeños.
Todo lo que añadas debe tener una función, ya sea práctica o estética, pero sin sobrecargar. La idea es que el espacio se vea limpio, ordenado y con carácter.
¿Por qué el estilo nórdico es ideal para pisos de alquiler?
El estilo nórdico es estratégicamente muy inteligente para viviendas de alquiler por temporada. Te explicamos por qué:
- Es atemporal y universal: gusta a todo tipo de públicos, de cualquier nacionalidad o edad.
- Transmite orden, limpieza y profesionalismo: cualidades que los viajeros de negocios valoran especialmente.
- Resulta funcional y cómodo: cada mueble y accesorio está pensado para mejorar la experiencia de estancia.
- Se mantiene bien con el tiempo: los materiales resistentes y la paleta neutra disimulan mejor el uso diario.
- Favorece las fotos atractivas en portales de alquiler: lo que mejora tu visibilidad y tasa de reserva.
- Y otro punto muy importante: no necesitas una gran inversión para conseguir un resultado espectacular. Con algunos cambios estratégicos, puedes transformar tu vivienda en un lugar mucho más acogedor, fotogénico y rentable.
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